EL HOSPITAL ITALIANO
La desconcertante historia de una
estrategia política – con Covid19 y tácticas de negocios incluidas- que dejó sin prestación del Auxilio de Servicios de Salud a la comunidad italiana en
Venezuela.
Los italianos residentes en Venezuela
-unos 140.000 en total pero en descenso por el efecto migratorio- son afectados
por los múltiples problemas que aquejan al otrora boyante país sudamericano.
Cierre de empresas, devaluación de la
moneda; inseguridad jurídica y personal, ineficiencia de los servicios
públicos, dificultad de acceso (y baja calidad) a los sistemas de salud,
pensiones risibles que no superan los US$2,00 mensuales y muchas otras
dificultades eran, y son, el pan de cada día. Por si fuera poco un pavoroso
proceso inflacionario -el segundo más
alto del mundo- mantiene a la moneda, el Bolívar Soberano, acorralado junto al
poder de compra de los ciudadanos, en
beneficio de monedas duras, especialmente el dólar americano. Y de quienes
tienen acceso a las divisas.
Ello atenta contra la calidad de vida
de toda la población. Y los italianos, por supuesto, no son la excepción.
UN POCO DE HISTORIA.
Urgidos por la situación planteada y con
aprobación de “La Farnesina” (Ministerio de Asuntos Exteriores) de la época, en
2016 las autoridades de la Embajada y Consulado de Italia en Venezuela decidieron
intervenir para paliar la situación provocada por la importante crisis
económica local en beneficio de la Comunidad Italiana, especialmente referida
al ámbito de la salud.
Para ello se seleccionó una
Administradora de Salud Ad-Hoc - B.O. Medical S.A. (*BOMsa) – y se
estableció una política de asistencia general que complementaba las funciones
de la Oficina de Asistencia Social del Consulado Italiano (*OASCI)
que carecía del personal y la funcionalidad operativa suficiente para ocuparse
de dicho fin.
Tal convenio funcionó por más de tres años. Era sencillo, fácil de aplicar,
denominado en moneda oficial (Bs.S) y llegó a atender integralmente a más de 1.100
italianos afectados por la crisis. El procedimiento era expedito: Se hacía la
solicitud a la *OASCI, se analizaba el caso y se autorizaba (o no) la
asistencia solicitada.
En consecuencia la Comunidad Italiana
disfrutó –era vox populi que se mostraban
orgullosos de ello- de buenos, amplios, concretos, rápidos, eficaces y
comprobables servicios de salud. Todo
ello derivado de la política asistencial del Estado Italiano, aplicada a tiempo
y correctamente.
2019. EL AÑO DEL CAMBIO.
Con los cambios políticos ocurridos en
Italia a partir de las elecciones de marzo de 2018, era casi natural esperar variaciones
en la política exterior italiana. Una de
ellas afectó a los programa de asistencia y salud implementados en Venezuela.
De tal forma que empezaron los
conflictos entre el Consulado y *BOMsa, con acusaciones de lado y lado que, por
su extensión no caben en el presente trabajo. El resultado fue la no renovación
del contrato de servicios en su fecha de vencimiento, diciembre de 2019.
Como
resultado, la Comunidad Italiana –ajena a todo lo anterior- dejó de recibir,
sin aviso previo y de la noche a la mañana, tanto los servicios
médico-asistenciales como el auxilio de medicinas y otras ayudas adicionales..
Todo
ello sin que el Consulado General, proveyera un sustituto funcional y operativo
– aun cuando fuese provisorio- para
evitar las terribles consecuencias que dicha
política trajo tanto para la salud como para la propia vida de personas con casos
delicados o graves.
Esta realidad, que no ha sido
reconocida por quienes conducen los asuntos del Estado Italiano en Venezuela (tal
como se aprecia por el errático abordaje del problema), se agravó con la
aparición de la pandemia del COVID19.
YA VIENE LA SOLUCIÓN, espérela: ¡EL HOSPITAL ITALIANO!
Con los ánimos caldeados por la
ausencia de un sistema de asistencia alternativo, en febrero de 2020 se hizo
una reunión en el Centro Ítalo Venezolano de Caracas (*CIV) para oficializar, con bombos y platillos, la creación y “puesta
en marcha” del recién aparecido concepto del Hospital Italiano.
A la cita se presentaron los
funcionarios del Cuerpo Diplomático, Consular y los enviados especiales de la Farnesina, así
como empresarios, periodistas, directivos, socios del Club y público en general.
Allí, entre discursos grandilocuentes,
conceptos generales, bocetos, historias y demás fórmulas motivacionales adicionadas
con afirmaciones voluntaristas (hubo personas que ofrecieron “dinero y
financiamiento inmediato” más otros aderezos efectistas) se presentó el
Proyecto. El acto finalizó con el nombramiento de una junta directiva ad-hoc para
llevar adelante la idea.
Pero la única verdad era que la Comunidad
Italiana beneficiada por el sistema de salud previamente implementado seguiría
sin disponer de la asistencia de salud, medicinas y apoyo.
Como las expectativas creadas fueron tan
altas, los connacionales afectados sufrieron una decepción:
"Son puras promesas" -me confesó la
Sra. Magdalena, una matrona de edad avanzada, desde su silla de ruedas-
"Estos señores se parecen al gobierno de aquí; son pura cháchara… ¿Adónde
puedo ir mañana si me pasa algo, me puede usted decir?”
ENTREVISTANDO A LOS RESPONSABLES.
Alarmado por el resultado de la
reunión y preocupado por los italianos que tenían como casi único recurso la
asistencia prestada por el Consulado (además de las pocas respuestas específicas
sobre el tema medular de la reunión y el inevitable largo plazo que significaba
la idea del Hospital Italiano), solicité entrevistas urgentes tanto al
Embajador y al Cónsul como a otros funcionarios para clarificar los alcances
del proyecto en ciernes. Todos, menos el flamante presidente del proyecto,
Nello Collevecchio, estuvieron dispuestos a ser entrevistados y exponer sus
puntos de vista.
La pandemia del coronavirus empezaba a
tomar cuerpo en Italia y casi medio mundo.
El Embajador encargado, Sr. Plácido
Vigo, mi primer entrevistado, fue cordial, seco y tajante con un monólogo que
permitía pocas preguntas: repitió lo que ya había dicho en el *CIV dos semanas
antes: enumeró los potenciales beneficios de un Hospital como el planteado, reiteró
que en otros lugares del mundo había dado muy buenos resultados y afirmó que no
habría cambios sustanciales. Confirmó que los italianos “en estado de indigencia” serían atendidos, pero debían hacer una
nueva solicitud formal al Consulado y que allí evaluarían cada caso.
En la entrevista - grabada con su
consentimiento - el Embajador Vigo nunca contestó con claridad qué pasaría con
los italianos con tratamientos vigentes o en estado de necesidad inminente y que
apenas dos o tres meses antes habían sido atendidos por *BOMsa y ahora quedaban
desprotegidos. En este punto pregunté sobre una versión -casi chisme- según la
cual el Hospital San Juan de Dios (una
prestigiosa institución médica local) prestaría sus servicios a la comunidad pero
el Sr. Vigo respondió que ni él ni la Embajada tenían, aún, definido nada sobre
el tema.
El hermetismo mostrado, el enfoque del
proyecto “Hospital Italiano” como solución y la ausencia de respuestas
concretas sobre qué se haría en ese mismo
momento con los italianos y su salud, confirmó mi visión previa: la
Embajada no disponía de un plan articulado y operativo para sustituir la
prestación de servicios médicos previos; que
la actitud tenía como norte fundamental (y secreto) eliminar las ayudas generales que se prestaban y,
finalmente, que en lo adelante la *OASCI
se ocuparía exclusivamente de los casos de necesidad extrema o aguda, o lo que
ellos denominan “Estado de Indigencia”.
El concepto del Hospital Italiano no
era hasta allí, más que una idea vaga, cruda e incipiente sin mayor peso que el
hecho de existir (y funcionar) en algunos países del mundo.
Ante tales dudas, solicité información
–vía mail- a la *OASCI, con el
objeto de conocer el proceso formal requerido para solicitar asistencia médica
o ayudas de cualquier tipo.
La respuesta fue una breve y educada nota
más un formulario adjunto para rellenar: cinco (5) páginas tamaño oficio con
requerimientos formales de información detallada del solicitante y todo su grupo
familiar en el país o el exterior. Bienes, posesiones, cuentas, cartapacios de
fotocopias de documentos, declaraciones oficiales y auditorias. Cerca de 45
documentos, además de los informes médicos validados y certificados. Todo ello
precedido por una declaración firmada en original donde se asume y declara el “Estado
de Indigencia” y se solicita a la *OASCI ayuda médica o de cualquier
otro tipo.
Luego supe que, en ciertos casos, se
puede sustituir alguno de tales documentos mediante una Declaración Jurada que debe realizar y firmar el solicitante y (o)
sus familiares directos.
Todo lo anterior en una Venezuela calificada
tanto por la Organización de Estados Americanos, (OEA) y la Unión Europea (EU),
más unos 53 países –que no incluye a Italia, por cierto- como afectada profundamente
por una “emergencia humanitaria compleja”.
LLEGA EL COVID 19 y la tormenta
perfecta.
En Wuhan un
virus desconocido mató a un médico, las autoridades hicieron poco caso y como
consecuencia se desató una pandemia que empañó
las celebraciones del Año Nuevo Chino del 25 de enero. También, dado el inmenso
tráfico de viajes, intercambios culturales, sociales y de negocios (más el
enorme volumen de exportaciones de China para el mundo) el denominado Covid19
se regó como la pólvora por todas partes.
El primer lugar
europeo de llegada fue Italia. La virulencia de la enfermedad obligó a una cuarentena
parcial desde el 8 de marzo. Le siguieron España (el 15), Estados Unidos y
otros 26 países inicialmente.
El gobierno
de Venezuela, acuciado por problemas de productividad y suministro de bienes, intenta aprovechar políticamente el tema y
declara una cuarentena –casi sin contagios ni decesos- el 16 de marzo.
Medio mundo se ralentiza
voluntariamente esperando que la pandemia fuese “una cepa de gripe más” con la esperanza
que se obtendría pronto un protocolo de combate a la enfermedad.
Las poblaciones se confinaron y
las actividades sociales, deportivas y de negocios normales decayeron en más
del 75%. El mundo empieza a paralizarse y no hay tema más importante que el Covid19.
La situación no mejoró, la
pandemia y consecuente cuarentena arreció y los reclamos de la Comunidad Italiana
en Venezuela entraron –obligados por la circunstancia- en una fase de “time-lapse” o de espera en el tiempo.
Pero la idea
del Hospital Italiano mantenía su curso, así como la decisión (nunca reconocida abiertamente) de
terminar con el programa de ayudas previo.
Así las
cosas, las conversaciones con el Hospital
San Juan De Dios terminaron abruptamente, sin explicaciones. Pero debido a
la presión ejercida por los italianos, tanto Embajada como Consulado trabajaron
en paralelo sobre una idea transitoria y paliativa que bajara las tensiones
existentes con los ciudadanos italianos – muy golpeados por la crisis del
Covid19 y el “Efecto Venezuela”- y las nuevas políticas emanadas desde la
Farnesina.
En ese momento hace su aparición
pública el Dr. Javier Soteldo, Médico Cirujano especialista en oncología,
Vicepresidente de la Sociedad Anticancerosa, asesor médico de la Embajada, y
profesional de amplia y reconocida trayectoria y muy bien relacionado con la
comunidad italiana, dados sus años de residencia y estudios en Italia.
El Dr. Soteldo –a quien también
entrevisté largamente- presentó un proyecto de salud con un sistema provisional
y semiprivado de atención a los nacionales italianos denominado www.saluditalia.com website donde el lector podrá encontrar
mayores detalles.
UN NUEVO CÓNSUL. ASES BAJO LA MANGA. Y… ¡EL HOSPITAL
ITALIANO!
e Julio 2020,
con largos ocho meses sin definiciones ni prestación regular de servicios de
salud, ni auxilio fuera de la consabida figura oficial de “situación de indigencia”
exigida por la *OASCI, la situación se volvía insostenible.
Los
connacionales protestaron por todas las vías: por escrito, por las redes, de
forma individual o grupalmente. Varios representantes de partidos políticos de
Italia intervinieron. El desagrado era cada vez mayor y más frecuente. Las
personas reclamaban que les prestaran atención de inmediato.
Con ese panorama, en plena “cuarentena
radical” impuesta de nuevo por el gobierno venezolano, el 8 de julio entrevisté
al Sr. Nicola Occhipinti, nuevo Cónsul General de Italia.
Decidimos hacer la entrevista al “modo antiguo”, conversando, haciendo
anotaciones y sin grabaciones. Ambos nos comprometimos al apego estricto de lo
conversado. El Cónsul Occhipinti,
conversador, amigable y de español fluido, conocedor del oficio e hijo de
diplomáticos, proviene del Consulado en Brasil. También estuvo en Argentina y
otros países. Hablamos mucho y de varios temas. Todo lo conversado está, de
soporte, en mi libreta de apuntes.
Si bien es cierto que Occhipinti fue
más amplio en el tratamiento de los temas previstos por la falta de atención a
los italianos en Venezuela, mantuvo las líneas maestras explicadas por el
Embajador Vigo. Hizo declaraciones de principios: “debemos atender y auxiliar a
los connacionales que estén pasando necesidades”. “Reconozco que hubo algunas
fallas tanto nuestras pero también y especialmente por parte de *BOMsa”; “este consulado prestará
atención a todos aquellos que lo requieran y se registren bajo el formato de la
*OASCI, aun en los casos de Covid19”, etc.
Volvió a aparecer el “Estado
de indigencia” (personas que no tienen recursos para comer) como norma
rectora que permitiría las acciones consecuentes de soporte y ayuda del
Consulado Italiano.
Explicó que él mismo había firmado el
25 de junio, a escasos días de haber
asumido el cargo, un plan de asistencia “gratuita” para la comunidad italiana denominado
“Salud Italia” que presentó el Dr. Javier Soteldo. Insistió que se auxiliaría a todos quienes
hicieran la solicitud mediante la página web del Consulado: https://conscaracas.esteri.it/Consolato_Caracas/it pero que quienes aspiraran
a tales ayudas debían justificarlas. Razonó que “muchos italianos –muy avispados-
no requerían de ayudas pero aprovecharon la ausencia de controles anteriores y
eso hizo que se asignasen recursos para quienes no los necesitaban, en
detrimento de todos los demás”.
Recalcó que el plan del “Hospital Italiano”
se mantenía, aunque amplió el concepto y el alcance del mismo: se trataba de lograr
que un grupo de empresarios y/o filántropos italianos (“ya tengo algunas
propuestas de ellos”) aportasen los fondos necesarios para hacerlo realidad, ya
mediante la compra de una edificación adecuada existente o la construcción de
una nueva. Ellos serían “los fundadores”.
Dijo que el hospital prestaría sus
servicios a todos los italianos, con modalidades tanto de pago como de planes
especiales. También a otras nacionalidades, inclusive a población local,
siempre bajo acuerdos específicos de intercambio con los países interesados.
Adicionalmente expresó que una de sus
misiones era digitalizar toda la información de los italianos en el país así
como actualizar la data que dispone el
consulado sobre sus nacionales: “estamos rezagados terriblemente en eso”, así
como en el aspecto de modernizar todos los servicios consulares, eliminando las
esperas, evitando intermediarios y solucionando los problemas sobre la marcha
para lograr la eficiencia requerida por la Comunidad Italiana en Venezuela.
No mucho más.
LAS CONCLUSIONES
LA ASISTENCIA DE SALUD A LA COMUNIDAD
ITALIANA y “EL ESTADO DE INDIGENCIA”.
·
Unos 1.100 pacientes documentados y
aprobados por la *OASCI dejaron de recibir asistencia médica real desde enero
2020. El Consulado italiano, a
sabiendas, no tomó acciones –ni siquiera provisionales- para atender a los
pacientes mientras se implementaba otro sistema.
·
El Hospital Italiano es un proyecto
escasamente definido sin mayores concreciones ni estudios de fondo. Bajo las
actuales condiciones debe ser analizado en sus alcances y conveniencia. De hacerse, debe ser explicado
amplia y transparentemente a la comunidad.
·
Las medicinas se entregaban mediante
un convenio distinto al de salud y bajo el control directo del Consulado con
las instituciones internacionales donantes por medio de registros telefónicos y
con récipe, cantidad y nombre de los beneficiarios. Dicho servicio, por razones
desconocidas, dejó de prestarse en enero 2020 y recién se recomenzó a partir de
junio 2020, a media marcha. Casi 7 meses más tarde.
·
El Estado Italiano por intermedio de
La Farnesina, dejó de prestar estos servicios generales de salud mediante una
acción planificada y deliberada, amparado en normas internas y decisiones
políticas.
La asistencia consular solo se activa “conditio sinequa” mediante
una declaración voluntaria de “Estado de
indigencia” por parte del solicitante. Los documentos a presentar – más de 45 requisitos
obligatorios- deben ser firmados y entregados por usuarios y familiares en la
oficina de Asistencia Social del Consulado.
A todo efecto, la prestación de servicios de salud pasaría a ser
una concesión discrecional de la
oficina consular y de sus funcionarios, dependiendo de consideraciones
aleatorias no explicadas suficientemente.
La documentación a ser presentada es ridículamente larga,
inútil y limitante además de engorrosa y poco equilibrada para una situación de
híper inflación como la venezolana.
Las condiciones socio económicas de pobreza generalizada, tomando
en consideración que el sueldo mínimo promedio venezolano no supera los US$4,00
mensuales y la canasta básica alimentaria para una persona rebasa los US$ 35,00
por mes.
Además,
los servicios de salud privados, al igual que los medicamentos son
extremadamente caros y agravados por la preminencia del COVID19 mas las medidas
de confinamiento.
EN RESUMEN
La sensación general actual de los italianos en Venezuela es de
desamparo por parte de su país de origen y de los funcionarios encargados de
gestionar los recursos que se asignan desde la Farnesina. La conclusión final
es que el Consulado General de Italia, la Embajada y demás delegaciones
oficiales deben revisar con urgencia –y tomar decisiones acordes y rápidas- sobre el estado general de la
situación de la Comunidad Italiana en Venezuela.
RECOMENDACIONES DE BUENA FE.
Italia, Venezuela y todos los países
del mundo –incluyendo aquellos ultras desarrollados- pasan por una pandemia
inédita e imprevisible, sin cura eficaz hasta ahora: el Covid19.
Tal situación afecta hoy a todas las
personas, ricas o pobres, alrededor del mundo, con impacto atroz sobre la
salud, la economía y la generación de ingresos adecuados.
La Comunidad Italiana residente en Venezuela
está muy afectada debido a las difíciles condiciones políticas, económicas,
sanitarias y de ausencia de servicios básicos por las que atraviesa el país. La
encuesta ENCOVI desarrollada por
tres importantes universidades nacionales indica que más del 80% de la
población está en estado de pobreza y más del 50% en condiciones muy delicadas.
Con base en lo dicho, mi recomendación de
buena fe es que tanto la Embajada como el Consulado Italiano en Venezuela haga
abstracción de sus planes originarios (elaborados entre 2018/2019 sin pandemia
COVID19 en el horizonte) y se dedique con profundidad, ponderación y planes
coherentes a prestar soporte y apoyo necesario para toda la Comunidad Italiana en el país, según
sus estados de necesidad. Sin tanto papeleo inútil, con análisis certeros,
concretos, rápidos y transparentes. Para ello tienen los recursos, los
asesores, los conocimientos y los métodos.
He observado de primera mano la buena
disposición y profundo respeto hacia los connacionales por parte de la mayoría del
cuerpo diplomático italiano en Venezuela.
Sólo falta entender que estos son
tiempos distintos y que hay que actuar rápida y diligentemente.
Yo me pongo a disposición.
Carmelo Casale
Periodista.
Apreciado Carmelo me quedo con la frase final que contiene y concluye el todo es decir:"Sólo falta entender que estos son tiempos distintos y que hay que actuar rápida y diligentemente". He ahí el meollo del todo, la burocracia, come si dice é diffuso in italia "ognuno pensa al proprio orticello". Disculpa si voy a las bases del todo con una pregunta...¿ como se arreglan los problemas que su origen es la raíz? humildemente pienso que la raíz de todos los problemas es la educación...¿ donde un infante aprende o le enseñan a ser solidario? la respuesta la dejo a tu criterio. Todo lo que se haga es paños calientes. Muy pocos lugares en el planeta se desenvuelve como si el objetivo de vivir es ser feliz. En la mayoría se vive como si sufrir es lo normal. Estoy disponible para coadyuvar a darle duro y plantar nuevas semillas a ver si nacen plantas y árboles diferentes. Whatsapp, 0039 320615 0169, correo : bernardo010556@gmail.com. Un abrazo
ResponderEliminarAl mismo tiempo, a los inmigrantes ilegales que llegan a Italia les dan todo tipo de atenciones y asistencia. Es increíble!
ResponderEliminarAl mismo tiempo, el argumento de que para recibir atención médica, la condición es que un italiano residente en Venezuela sea "indigente" descalifica la gestión de las propias autoridades consulares, puesto que su labor debería ir orientada a prevenir que existan italianos en Venezuela en tal condición.
Lamentablemente, los italianos residentes en el extranjero, particularmente, los que residen en Venezuela, siempre han sido considerados "italianos de segunda".
Gracias por su nota y contacto. Mi política personal es conversar con personas que se identifican suficientemente. Veo en usted conocimientos, inteligencia y buen nivel comunicativo. Me agradará que se identifique. Reciba saludos desde Venezuela.
EliminarClaro pero si joden cuando hay elecciones en Italia. Para que?.
ResponderEliminarTan importante es la denuncia como la acción, quedarnos en la exposición de motivos es una fase pasar a otra etapa es esencial para los resultados. Hay mucho por hacer en materia de condiciones de los italianos fuera de italia y de los que van regresando. La tutela para los que regresan es indudablemente minima con respecto a la que dan a refugiados provenientes de otros países. Mas arriba en el primer comentario dejé mis datos. Vamos a organizarnos para conseguir resultados. Gracias por leer
ResponderEliminarApreciado Sr. Bernardo: gracias por sus comentarios y por sus datos de contacto. Efectivamente hay mucho que debe hacerse y ese es el empeño que en los actuales momentos tengo, al igual que muchos connacionales en Venezuela. Acabo de incluir una nueva entrada con la traducción al italiano del artículo para que pueda ser leído por la mayor cantidad de personas en Italia y nuestros paisanos alrededor del mundo. Pronto tendrá noticias mías. Reciba mis saludos y gracias por estar atento. CCC
EliminarGiuseppe Gino Di Nardo Caruso:
Eliminarsr CARMELO CASALE mi saludos y respeto como periodista, siendo usted respetadocomo un periodista de entrevista e investigador científico del periodismo lo felicito por su trabajo en relación a la indigencia de muchos italianos y conozco el caso de varios y también me pregunto porque el gobierno de Italia deja la responsabilidad de este gran problema al gobierno de Venezuela entendiendo que el gobierno de Venezuela es socialista humanitario pero Italia no puede Italia abandonar a sus connacionales la pregunta quien podrá defenderlos no hay chapulin colorado en Italia pues esta en mexico el nombre que le coloque en la parte superior es un hombre sabio como usted en materia de investigacionle sugiero que el conoce bastante sobre la situación de el aislamiento entre las autoridades consulares y el pueble lo italiano en Venezuela y de sus defensores como el caso recientemente reflejado por la patilla un peridioco sensacionalista virtual y de un periodista del pasado nelson bocaranda alli se acusan a dos empresarios italianos venezolanos de asaltar a la embajada sin armas indefensos y desnutridos en busca de auxilio social medico y ahora los acaban de privar de libertad por quienes deberían mas bien apoyarlos y no tirarlos a la basura de la sociedad sin argumentos según el dr miguel muños 04144692041 que lleva el caso no hay flagrancia pues la policia de chacao antirrorista cuando la llamaron solo vio a dos desfavorecidos y apagados italianos y los apoyaron para que se fueran a su residencia no hay nada sustanciado según el defensor que pueda incriminarlos solo un desliz político del consulado en contra de sus connacionales que ha investigado usted al respecto o usted ya esta jubilado del periodismo? los ciudadanos en mención antonio calvino y giovvani bolívar mattias recuerde el termino periodístico la verdadera conciencia de dios en el hombre no la compra ni la mas exorbitante cantidad de dolares o euros-agustin codazzi verdadero héroe italiano de la gesta libertadora en Venezuela aprendamos de el por algo dios lo apoyo en su grandeza por algo estuvo al lado de simón bolivar
Giuseppe Gino Di Nardo Caruso:
Eliminarsr CARMELO CASALE mi saludos y respeto como periodista, siendo usted respetadocomo un periodista de entrevista e investigador científico del periodismo lo felicito por su trabajo en relación a la indigencia de muchos italianos y conozco el caso de varios y también me pregunto porque el gobierno de Italia deja la responsabilidad de este gran problema al gobierno de Venezuela entendiendo que el gobierno de Venezuela es socialista humanitario pero Italia no puede Italia abandonar a sus connacionales la pregunta quien podrá defenderlos no hay chapulin colorado en Italia pues esta en mexico el nombre que le coloque en la parte superior es un hombre sabio como usted en materia de investigacionle sugiero que el conoce bastante sobre la situación de el aislamiento entre las autoridades consulares y el pueble lo italiano en Venezuela y de sus defensores como el caso recientemente reflejado por la patilla un peridioco sensacionalista virtual y de un periodista del pasado nelson bocaranda alli se acusan a dos empresarios italianos venezolanos de asaltar a la embajada sin armas indefensos y desnutridos en busca de auxilio social medico y ahora los acaban de privar de libertad por quienes deberían mas bien apoyarlos y no tirarlos a la basura de la sociedad sin argumentos según el dr miguel muños 04144692041 que lleva el caso no hay flagrancia pues la policia de chacao antirrorista cuando la llamaron solo vio a dos desfavorecidos y apagados italianos y los apoyaron para que se fueran a su residencia no hay nada sustanciado según el defensor que pueda incriminarlos solo un desliz político del consulado en contra de sus connacionales que ha investigado usted al respecto o usted ya esta jubilado del periodismo? los ciudadanos en mención antonio calvino y giovvani bolívar mattias recuerde el termino periodístico la verdadera conciencia de dios en el hombre no la compra ni la mas exorbitante cantidad de dolares o euros-agustin codazzi verdadero héroe italiano de la gesta libertadora en Venezuela aprendamos de el por algo dios lo apoyo en su grandeza por algo estuvo al lado de simón bolivar
Me uno al duelo por el fallecimiento de mi amigo Carmelo Casale, con quien compartimos en Expresion Libre muchas conversas sobre el gremio, la política y la vida en socialismo
ResponderEliminarCarmelo es otra víctima del desamparo en que se encuentran millones de venezolanos y de otras nacionalidades que vinieron a nuestro suelo a compartir triunfos y dificultades, pero de aquellas no tan gigantescas como la que enfrentamos en lo político y lo económico. Carmelo, que tu alma descanse en paz. Ve tranquilo que hiciste lo que te tocaba.